Ben LaMar Gay es compositor, multiinstrumentista, cantante, poeta y un polímata ecléctico por excelencia, a quien Afropunk ha calificado como “asombrosamente original”, Pitchfork como “incategorizable” y Jeff Parker como “sin duda, uno de mis músicos favoritos en el planeta hoy en día”. Canaliza una gama radical de sonidos, colores y espacios a través del lenguaje universal del folclore; pero a pesar del genio ampliamente atribuido a su obra, su enfoque artístico y su actitud general se caracterizan por una entrañable humildad y una cálida humanidad.

Uno de los colaboradores más prolíficos en la comunidad de música creativa de Chicago, Ben contribuye activamente en proyectos como Black Monks of Mississippi de Theaster Gates, EarthSeed de Nicole Mitchell, Flesh & Bone de Mike Reed, Communication Arts Quartet de Matthew Lux, Natural Information Society de Joshua Abrams, Bitchin Bajas y muchos más. Es un heredero natural y miembro activo desde hace tiempo de la AACM (la legendaria Asociación para el Avance de los Músicos Creativos).

Más allá de ser la mente detrás de Bottle Tree – la suite de future funk lanzada en abril de 2017 por International Anthem, nombrada “Álbum del Año #1” por la revista EZH de Londres (dirigida por Tina Edwards) y por el programa Sound Opinions de NPR (producido por Ayana Contreras) – también fue parte esencial de Highly Rare de Makaya McCraven y tocó la corneta en Fly or Die de Jaimie Branch (ambos incluidos en la lista de “Mejores Álbumes de 2017” del New York Times).

Basta decir que Ben LaMar Gay es prácticamente omnipresente en el zeitgeist actual del jazz progresivo que florece desde Chicago.